El Chelsea apura una temporada de muchos cambios. El campeón de Europa está intentando terminar de atar su pase a la próxima Champions mientras ve cómo su plantilla será objeto de muchas modificaciones. Rüdiger y Christensen se marcharán, pero no serán los únicos. Azpilicueta tiene intención de seguirles y el Barcelona es el destino que ya tiene en su cabeza. Según ha podido confirmar As, el defensa tiene un acuerdo ya cerrado por las dos próximas temporadas con un salario fijo de 13 millones de euros brutos por cada campaña, incluyendo ahí los bonus por firmar libre. En el contrato se añade la posibilidad de alargarlo una temporada más.
La pasada madrugada se anunció ya la venta del club Chelsea al grupo inversor encabezado por Todd Boehly. Abramovich se desvincula de la entidad londinense y, a partir de aquí, la catarata de acontecimientos se sucederá. Azpilicueta estaba esperando a esta decisión para sentarse con el club y acometer su desvinculación, después de que el Chelsea se viera obligado a activar la opción unilateral para prorrogar el contrato que terminaba en junio. Pero las partes estaban emplazadas para el momento en el que se hiciera efectiva la venta y ofrecerle al defensa la salida prometida. Mateu Alemany ha porfiado por Azpilicueta. El Atlético de Madrid estaba también al acecho, pero el dirigente ha podido cerrar un acuerdo con el defensa internacional.
Azpilicueta, si el Chelsea cumple su palabra, podrá así volver a la Liga, después de 10 años en el club de Londres. En realidad de España salió antes. Fue en 2010, cuando abandonó Osasuna para enrolarse en el Marsella. Ahora volverá como el capitán del equipo todavía campeón de Europa, dejando detrás un recorrido lleno de compromiso por el que se ha ganado el respeto de un club como el Chelsea y el de toda su afición. Quiere ahora encarar una nueva etapa.