Regresa el Atlético al Martínez Valero un año y unos días después. Aunque la situación es bien distinta. Para empezar hoy encontrará un gran ambiente en el coliseum ilicitano mientras el año pasado las gradas estuvieron totalmente vacías, debido a las restricciones por la pandemia. Pero la victoria del Atlético contra el Elche (0-1) no se olvidará fácilmente en la retina del aficionado rojiblanco.
Llegaba el Atlético jugándose la vida, tras haber caído la jornada anterior en San Mamés y muy exigido, habiéndose dejado por el camino una ventaja de más de diez puntos. Un tropiezo en Elche podría haber sido definitivo dado que una semana más tarde los colchoneros se jugaban la Liga contra el Barça, en el Camp Nou.
El duelo acabó con final feliz pero el Atlético sufrió un tragazo en los últimos minutos. Tras haberse adelantado con un gol de Llorente no mató el partido con varias ocasiones claras que tuvo. El Elche, este año casi salvado, también se jugaba la vida por el descenso. Y el árbitro señaló un penalti por manos de Llorente en los últimos minutos. Un gol significaba casi el adiós a la Liga. Fidel lanzó desde los 11 metros y con Oblak ya batido, el balón se estrelló en el poste. El fallo se celebró en el banquillo atlético como un gol. El empate ante el Barça y tres triunfos seguidos le dieron la Liga