La tranquilidad del Getafe y el homenaje a Oier Sanjurjo

Osasuna, con los deberes de la salvación hechos desde hace varias jornadas y con poco en juego, recibe a un Getafe que espera sellar matemáticamente la permanencia en El Sadar, donde comenzará a despedirse el capitán y leyenda Oier ante su público, tras anunciar su adiós al club que ha defendido en más de 350 partidos y 14 años en el primer equipo (sigue el partido en directo en AS.com). Sus compañeros buscarán brindarle una victoria ante un necesitado Getafe que todavía no está salvado. Un jugador de esos como Puñal que dejan huella. Alicientes, por lo tanto, hay muchos para el choque intersemanal.

Escudo/Bandera Osasuna

Los números que ha logrado en su feudo el equipo rojillo esta temporada no son todo lo buenos que le gustaría y por eso, y tras dos empates fuera de casa, quiere brindar una victoria a su afición. Arrasate, que espera un partido cerrado ante un Getafe que necesita Sumar, ha anunciado ‘muchos cambios‘, aunque no ha dado más pistas, así que habrá que esperar. La única baja que tiene el de Berriatua es la de Manu Sánchez, sancionado.

El Getafe, por su parte, está ante su primera oportunidad de cerrar definitivamente la permanencia. Después de una temporada durísima, el objetivo está muy cerca y el vestuario muy mentalizado para conseguirlo cuanto antes.

El desgaste del domingo fue grande y es previsible que Quique introduzca algún cambio. Mitrovic volverá al centro de la zaga y Aleñá o Sandro tienen opciones de refrescar el once.

Escudo/Bandera Getafe

En los entrenamientos de la semana el técnico no ha ensayado apenas nada. Mucha recuperación y poco fútbol. Los azulones llevan tres partidos dejando la portería a cero. Esa solidez les ha valido para estar a un paso de la salvación, aunque en los dos últimos partidos en casa no ha marcado y ha parecido agarrotado por la tensión. Ünal paró su racha goleadora y el equipo lo nota.

Clasificación

Líderes

Paradas del portero

Asistencias totales

Faltas cometidas

Faltas recibidas

Tarjetas rojas

Tarjetas amarillas

Recuperaciones de posesión

Pases por partido

La tranquilidad del Getafe y el homenaje a Oier Sanjurjo

Osasuna, con los deberes de la salvación hechos desde hace varias jornadas y con poco en juego, recibe a un Getafe que espera sellar matemáticamente la permanencia en El Sadar, donde comenzará a despedirse el capitán y leyenda Oier ante su público, tras anunciar su adiós al club que ha defendido en más de 350 partidos y 14 años en el primer equipo (sigue el partido en directo en AS.com). Sus compañeros buscarán brindarle una victoria ante un necesitado Getafe que todavía no está salvado. Un jugador de esos como Puñal que dejan huella. Alicientes, por lo tanto, hay muchos para el choque intersemanal.

Escudo/Bandera Osasuna

Los números que ha logrado en su feudo el equipo rojillo esta temporada no son todo lo buenos que le gustaría y por eso, y tras dos empates fuera de casa, quiere brindar una victoria a su afición. Arrasate, que espera un partido cerrado ante un Getafe que necesita Sumar, ha anunciado ‘muchos cambios‘, aunque no ha dado más pistas, así que habrá que esperar. La única baja que tiene el de Berriatua es la de Manu Sánchez, sancionado.

El Getafe, por su parte, está ante su primera oportunidad de cerrar definitivamente la permanencia. Después de una temporada durísima, el objetivo está muy cerca y el vestuario muy mentalizado para conseguirlo cuanto antes.

El desgaste del domingo fue grande y es previsible que Quique introduzca algún cambio. Mitrovic volverá al centro de la zaga y Aleñá o Sandro tienen opciones de refrescar el once.

Escudo/Bandera Getafe

En los entrenamientos de la semana el técnico no ha ensayado apenas nada. Mucha recuperación y poco fútbol. Los azulones llevan tres partidos dejando la portería a cero. Esa solidez les ha valido para estar a un paso de la salvación, aunque en los dos últimos partidos en casa no ha marcado y ha parecido agarrotado por la tensión. Ünal paró su racha goleadora y el equipo lo nota.

Clasificación

Líderes

Paradas del portero

Asistencias totales

Faltas cometidas

Faltas recibidas

Tarjetas rojas

Tarjetas amarillas

Recuperaciones de posesión

Pases por partido

Histórico derbi de Italia en la final de la Coppa

El derbi de Italia vuelve a ser protagonista de la final de Copa. Es un hecho histórico para el Calcio, que no tenía lugar desde 1965 y que hace todavía más interesante un partido cuyo peso en la temporada de los dos contrincantes es distinto. La Juventus llega con una pequeña ventaja: ya no tiene las presiones del campeonato y se notó en Genoa, donde cayó 2-1. Los bianconeri ya tienen en el bolsillo la clasificación a la próxima Champions y pueden centrarse totalmente en la final, sin otras preocupaciones.

Allegri, que con una victoria se convertiría en el entrenador con más Copa italianas en su palmarés (cinco) anunció que saldrán de inicio tanto Chiellini como Dybala. Puede ser el último baile de ambos. El argentino se irá seguro como agente libre e, ironía del destino, el club que más se ha movido hasta ahora para ficharle es su rival de hoy. El italiano todavía no ha anunciado qué hará: podría retirarse y empezar un periplo como directivo, o vivir una última experiencia en la MLS. El de hoy sería su vigésimo título como bianconero, aunque el defensa quiso encender la rivalidad recordando también el que le quitaron al club por el escándalo Calciopoli: “Serían 20 más uno, pero no se puede decir…”.

Será una noche especial también para Morata, cuyo futuro sigue siendo duda. Allegri, no obstante, podría dejarle en el banquillo apostando por Cuadrado, Dybala y Bernardeschi detrás de Vlahovic.

El Inter, por su parte, llega con la tensión de una lucha por el scudetto todavía abierta. Los nerazzurri, el próximo domingo, tendrán que ganar en el complicado campo del Cagliari para intentar adelantar al Milan (que recibirá al Atalanta) y seguir con vida hasta la última jornada. Simone Inzaghi, sin embargo, aseguró que su equipo “no pensará en el campeonato” y que quiere volver a levantar una Copa que ya pudo celebrar en el banquillo de la Lazio. Para los tifosi, además, la final tiene un morbo especial. Tras haber triunfado en la Supercopa, ganar supondría dejar a la Juve sin ningún título por primera vez desde 2011. El técnico recuperó a Bastoni (pero no aseguró que saldrá de inicio), y utilizará su once de gala, con Dzeko y Lautaro en la delantera.

Habrá espectáculo también en las gradas. La rivalidad entre las hinchadas es enorme y los de la Lazio, hermanados con los nerazzurri, se sumarán a la fiesta. La recaudación de taquilla superará los cinco millones de euros: será el récord de la competición

Histórico derbi de Italia en la final de la Coppa

El derbi de Italia vuelve a ser protagonista de la final de Copa. Es un hecho histórico para el Calcio, que no tenía lugar desde 1965 y que hace todavía más interesante un partido cuyo peso en la temporada de los dos contrincantes es distinto. La Juventus llega con una pequeña ventaja: ya no tiene las presiones del campeonato y se notó en Genoa, donde cayó 2-1. Los bianconeri ya tienen en el bolsillo la clasificación a la próxima Champions y pueden centrarse totalmente en la final, sin otras preocupaciones.

Allegri, que con una victoria se convertiría en el entrenador con más Copa italianas en su palmarés (cinco) anunció que saldrán de inicio tanto Chiellini como Dybala. Puede ser el último baile de ambos. El argentino se irá seguro como agente libre e, ironía del destino, el club que más se ha movido hasta ahora para ficharle es su rival de hoy. El italiano todavía no ha anunciado qué hará: podría retirarse y empezar un periplo como directivo, o vivir una última experiencia en la MLS. El de hoy sería su vigésimo título como bianconero, aunque el defensa quiso encender la rivalidad recordando también el que le quitaron al club por el escándalo Calciopoli: “Serían 20 más uno, pero no se puede decir…”.

Será una noche especial también para Morata, cuyo futuro sigue siendo duda. Allegri, no obstante, podría dejarle en el banquillo apostando por Cuadrado, Dybala y Bernardeschi detrás de Vlahovic.

El Inter, por su parte, llega con la tensión de una lucha por el scudetto todavía abierta. Los nerazzurri, el próximo domingo, tendrán que ganar en el complicado campo del Cagliari para intentar adelantar al Milan (que recibirá al Atalanta) y seguir con vida hasta la última jornada. Simone Inzaghi, sin embargo, aseguró que su equipo “no pensará en el campeonato” y que quiere volver a levantar una Copa que ya pudo celebrar en el banquillo de la Lazio. Para los tifosi, además, la final tiene un morbo especial. Tras haber triunfado en la Supercopa, ganar supondría dejar a la Juve sin ningún título por primera vez desde 2011. El técnico recuperó a Bastoni (pero no aseguró que saldrá de inicio), y utilizará su once de gala, con Dzeko y Lautaro en la delantera.

Habrá espectáculo también en las gradas. La rivalidad entre las hinchadas es enorme y los de la Lazio, hermanados con los nerazzurri, se sumarán a la fiesta. La recaudación de taquilla superará los cinco millones de euros: será el récord de la competición

Histórico derbi de Italia en la final de la Coppa

El derbi de Italia vuelve a ser protagonista de la final de Copa. Es un hecho histórico para el Calcio, que no tenía lugar desde 1965 y que hace todavía más interesante un partido cuyo peso en la temporada de los dos contrincantes es distinto. La Juventus llega con una pequeña ventaja: ya no tiene las presiones del campeonato y se notó en Genoa, donde cayó 2-1. Los bianconeri ya tienen en el bolsillo la clasificación a la próxima Champions y pueden centrarse totalmente en la final, sin otras preocupaciones.

Allegri, que con una victoria se convertiría en el entrenador con más Copa italianas en su palmarés (cinco) anunció que saldrán de inicio tanto Chiellini como Dybala. Puede ser el último baile de ambos. El argentino se irá seguro como agente libre e, ironía del destino, el club que más se ha movido hasta ahora para ficharle es su rival de hoy. El italiano todavía no ha anunciado qué hará: podría retirarse y empezar un periplo como directivo, o vivir una última experiencia en la MLS. El de hoy sería su vigésimo título como bianconero, aunque el defensa quiso encender la rivalidad recordando también el que le quitaron al club por el escándalo Calciopoli: “Serían 20 más uno, pero no se puede decir…”.

Será una noche especial también para Morata, cuyo futuro sigue siendo duda. Allegri, no obstante, podría dejarle en el banquillo apostando por Cuadrado, Dybala y Bernardeschi detrás de Vlahovic.

El Inter, por su parte, llega con la tensión de una lucha por el scudetto todavía abierta. Los nerazzurri, el próximo domingo, tendrán que ganar en el complicado campo del Cagliari para intentar adelantar al Milan (que recibirá al Atalanta) y seguir con vida hasta la última jornada. Simone Inzaghi, sin embargo, aseguró que su equipo “no pensará en el campeonato” y que quiere volver a levantar una Copa que ya pudo celebrar en el banquillo de la Lazio. Para los tifosi, además, la final tiene un morbo especial. Tras haber triunfado en la Supercopa, ganar supondría dejar a la Juve sin ningún título por primera vez desde 2011. El técnico recuperó a Bastoni (pero no aseguró que saldrá de inicio), y utilizará su once de gala, con Dzeko y Lautaro en la delantera.

Habrá espectáculo también en las gradas. La rivalidad entre las hinchadas es enorme y los de la Lazio, hermanados con los nerazzurri, se sumarán a la fiesta. La recaudación de taquilla superará los cinco millones de euros: será el récord de la competición

Histórico derbi de Italia en la final de la Coppa

El derbi de Italia vuelve a ser protagonista de la final de Copa. Es un hecho histórico para el Calcio, que no tenía lugar desde 1965 y que hace todavía más interesante un partido cuyo peso en la temporada de los dos contrincantes es distinto. La Juventus llega con una pequeña ventaja: ya no tiene las presiones del campeonato y se notó en Genoa, donde cayó 2-1. Los bianconeri ya tienen en el bolsillo la clasificación a la próxima Champions y pueden centrarse totalmente en la final, sin otras preocupaciones.

Allegri, que con una victoria se convertiría en el entrenador con más Copa italianas en su palmarés (cinco) anunció que saldrán de inicio tanto Chiellini como Dybala. Puede ser el último baile de ambos. El argentino se irá seguro como agente libre e, ironía del destino, el club que más se ha movido hasta ahora para ficharle es su rival de hoy. El italiano todavía no ha anunciado qué hará: podría retirarse y empezar un periplo como directivo, o vivir una última experiencia en la MLS. El de hoy sería su vigésimo título como bianconero, aunque el defensa quiso encender la rivalidad recordando también el que le quitaron al club por el escándalo Calciopoli: “Serían 20 más uno, pero no se puede decir…”.

Será una noche especial también para Morata, cuyo futuro sigue siendo duda. Allegri, no obstante, podría dejarle en el banquillo apostando por Cuadrado, Dybala y Bernardeschi detrás de Vlahovic.

El Inter, por su parte, llega con la tensión de una lucha por el scudetto todavía abierta. Los nerazzurri, el próximo domingo, tendrán que ganar en el complicado campo del Cagliari para intentar adelantar al Milan (que recibirá al Atalanta) y seguir con vida hasta la última jornada. Simone Inzaghi, sin embargo, aseguró que su equipo “no pensará en el campeonato” y que quiere volver a levantar una Copa que ya pudo celebrar en el banquillo de la Lazio. Para los tifosi, además, la final tiene un morbo especial. Tras haber triunfado en la Supercopa, ganar supondría dejar a la Juve sin ningún título por primera vez desde 2011. El técnico recuperó a Bastoni (pero no aseguró que saldrá de inicio), y utilizará su once de gala, con Dzeko y Lautaro en la delantera.

Habrá espectáculo también en las gradas. La rivalidad entre las hinchadas es enorme y los de la Lazio, hermanados con los nerazzurri, se sumarán a la fiesta. La recaudación de taquilla superará los cinco millones de euros: será el récord de la competición

Histórico derbi de Italia en la final de la Coppa

El derbi de Italia vuelve a ser protagonista de la final de Copa. Es un hecho histórico para el Calcio, que no tenía lugar desde 1965 y que hace todavía más interesante un partido cuyo peso en la temporada de los dos contrincantes es distinto. La Juventus llega con una pequeña ventaja: ya no tiene las presiones del campeonato y se notó en Genoa, donde cayó 2-1. Los bianconeri ya tienen en el bolsillo la clasificación a la próxima Champions y pueden centrarse totalmente en la final, sin otras preocupaciones.

Allegri, que con una victoria se convertiría en el entrenador con más Copa italianas en su palmarés (cinco) anunció que saldrán de inicio tanto Chiellini como Dybala. Puede ser el último baile de ambos. El argentino se irá seguro como agente libre e, ironía del destino, el club que más se ha movido hasta ahora para ficharle es su rival de hoy. El italiano todavía no ha anunciado qué hará: podría retirarse y empezar un periplo como directivo, o vivir una última experiencia en la MLS. El de hoy sería su vigésimo título como bianconero, aunque el defensa quiso encender la rivalidad recordando también el que le quitaron al club por el escándalo Calciopoli: “Serían 20 más uno, pero no se puede decir…”.

Será una noche especial también para Morata, cuyo futuro sigue siendo duda. Allegri, no obstante, podría dejarle en el banquillo apostando por Cuadrado, Dybala y Bernardeschi detrás de Vlahovic.

El Inter, por su parte, llega con la tensión de una lucha por el scudetto todavía abierta. Los nerazzurri, el próximo domingo, tendrán que ganar en el complicado campo del Cagliari para intentar adelantar al Milan (que recibirá al Atalanta) y seguir con vida hasta la última jornada. Simone Inzaghi, sin embargo, aseguró que su equipo “no pensará en el campeonato” y que quiere volver a levantar una Copa que ya pudo celebrar en el banquillo de la Lazio. Para los tifosi, además, la final tiene un morbo especial. Tras haber triunfado en la Supercopa, ganar supondría dejar a la Juve sin ningún título por primera vez desde 2011. El técnico recuperó a Bastoni (pero no aseguró que saldrá de inicio), y utilizará su once de gala, con Dzeko y Lautaro en la delantera.

Habrá espectáculo también en las gradas. La rivalidad entre las hinchadas es enorme y los de la Lazio, hermanados con los nerazzurri, se sumarán a la fiesta. La recaudación de taquilla superará los cinco millones de euros: será el récord de la competición

Histórico derbi de Italia en la final de la Coppa

El derbi de Italia vuelve a ser protagonista de la final de Copa. Es un hecho histórico para el Calcio, que no tenía lugar desde 1965 y que hace todavía más interesante un partido cuyo peso en la temporada de los dos contrincantes es distinto. La Juventus llega con una pequeña ventaja: ya no tiene las presiones del campeonato y se notó en Genoa, donde cayó 2-1. Los bianconeri ya tienen en el bolsillo la clasificación a la próxima Champions y pueden centrarse totalmente en la final, sin otras preocupaciones.

Allegri, que con una victoria se convertiría en el entrenador con más Copa italianas en su palmarés (cinco) anunció que saldrán de inicio tanto Chiellini como Dybala. Puede ser el último baile de ambos. El argentino se irá seguro como agente libre e, ironía del destino, el club que más se ha movido hasta ahora para ficharle es su rival de hoy. El italiano todavía no ha anunciado qué hará: podría retirarse y empezar un periplo como directivo, o vivir una última experiencia en la MLS. El de hoy sería su vigésimo título como bianconero, aunque el defensa quiso encender la rivalidad recordando también el que le quitaron al club por el escándalo Calciopoli: “Serían 20 más uno, pero no se puede decir…”.

Será una noche especial también para Morata, cuyo futuro sigue siendo duda. Allegri, no obstante, podría dejarle en el banquillo apostando por Cuadrado, Dybala y Bernardeschi detrás de Vlahovic.

El Inter, por su parte, llega con la tensión de una lucha por el scudetto todavía abierta. Los nerazzurri, el próximo domingo, tendrán que ganar en el complicado campo del Cagliari para intentar adelantar al Milan (que recibirá al Atalanta) y seguir con vida hasta la última jornada. Simone Inzaghi, sin embargo, aseguró que su equipo “no pensará en el campeonato” y que quiere volver a levantar una Copa que ya pudo celebrar en el banquillo de la Lazio. Para los tifosi, además, la final tiene un morbo especial. Tras haber triunfado en la Supercopa, ganar supondría dejar a la Juve sin ningún título por primera vez desde 2011. El técnico recuperó a Bastoni (pero no aseguró que saldrá de inicio), y utilizará su once de gala, con Dzeko y Lautaro en la delantera.

Habrá espectáculo también en las gradas. La rivalidad entre las hinchadas es enorme y los de la Lazio, hermanados con los nerazzurri, se sumarán a la fiesta. La recaudación de taquilla superará los cinco millones de euros: será el récord de la competición

Histórico derbi de Italia en la final de la Coppa

El derbi de Italia vuelve a ser protagonista de la final de Copa. Es un hecho histórico para el Calcio, que no tenía lugar desde 1965 y que hace todavía más interesante un partido cuyo peso en la temporada de los dos contrincantes es distinto. La Juventus llega con una pequeña ventaja: ya no tiene las presiones del campeonato y se notó en Genoa, donde cayó 2-1. Los bianconeri ya tienen en el bolsillo la clasificación a la próxima Champions y pueden centrarse totalmente en la final, sin otras preocupaciones.

Allegri, que con una victoria se convertiría en el entrenador con más Copa italianas en su palmarés (cinco) anunció que saldrán de inicio tanto Chiellini como Dybala. Puede ser el último baile de ambos. El argentino se irá seguro como agente libre e, ironía del destino, el club que más se ha movido hasta ahora para ficharle es su rival de hoy. El italiano todavía no ha anunciado qué hará: podría retirarse y empezar un periplo como directivo, o vivir una última experiencia en la MLS. El de hoy sería su vigésimo título como bianconero, aunque el defensa quiso encender la rivalidad recordando también el que le quitaron al club por el escándalo Calciopoli: “Serían 20 más uno, pero no se puede decir…”.

Será una noche especial también para Morata, cuyo futuro sigue siendo duda. Allegri, no obstante, podría dejarle en el banquillo apostando por Cuadrado, Dybala y Bernardeschi detrás de Vlahovic.

El Inter, por su parte, llega con la tensión de una lucha por el scudetto todavía abierta. Los nerazzurri, el próximo domingo, tendrán que ganar en el complicado campo del Cagliari para intentar adelantar al Milan (que recibirá al Atalanta) y seguir con vida hasta la última jornada. Simone Inzaghi, sin embargo, aseguró que su equipo “no pensará en el campeonato” y que quiere volver a levantar una Copa que ya pudo celebrar en el banquillo de la Lazio. Para los tifosi, además, la final tiene un morbo especial. Tras haber triunfado en la Supercopa, ganar supondría dejar a la Juve sin ningún título por primera vez desde 2011. El técnico recuperó a Bastoni (pero no aseguró que saldrá de inicio), y utilizará su once de gala, con Dzeko y Lautaro en la delantera.

Habrá espectáculo también en las gradas. La rivalidad entre las hinchadas es enorme y los de la Lazio, hermanados con los nerazzurri, se sumarán a la fiesta. La recaudación de taquilla superará los cinco millones de euros: será el récord de la competición

Histórico derbi de Italia en la final de la Coppa

El derbi de Italia vuelve a ser protagonista de la final de Copa. Es un hecho histórico para el Calcio, que no tenía lugar desde 1965 y que hace todavía más interesante un partido cuyo peso en la temporada de los dos contrincantes es distinto. La Juventus llega con una pequeña ventaja: ya no tiene las presiones del campeonato y se notó en Genoa, donde cayó 2-1. Los bianconeri ya tienen en el bolsillo la clasificación a la próxima Champions y pueden centrarse totalmente en la final, sin otras preocupaciones.

Allegri, que con una victoria se convertiría en el entrenador con más Copa italianas en su palmarés (cinco) anunció que saldrán de inicio tanto Chiellini como Dybala. Puede ser el último baile de ambos. El argentino se irá seguro como agente libre e, ironía del destino, el club que más se ha movido hasta ahora para ficharle es su rival de hoy. El italiano todavía no ha anunciado qué hará: podría retirarse y empezar un periplo como directivo, o vivir una última experiencia en la MLS. El de hoy sería su vigésimo título como bianconero, aunque el defensa quiso encender la rivalidad recordando también el que le quitaron al club por el escándalo Calciopoli: “Serían 20 más uno, pero no se puede decir…”.

Será una noche especial también para Morata, cuyo futuro sigue siendo duda. Allegri, no obstante, podría dejarle en el banquillo apostando por Cuadrado, Dybala y Bernardeschi detrás de Vlahovic.

El Inter, por su parte, llega con la tensión de una lucha por el scudetto todavía abierta. Los nerazzurri, el próximo domingo, tendrán que ganar en el complicado campo del Cagliari para intentar adelantar al Milan (que recibirá al Atalanta) y seguir con vida hasta la última jornada. Simone Inzaghi, sin embargo, aseguró que su equipo “no pensará en el campeonato” y que quiere volver a levantar una Copa que ya pudo celebrar en el banquillo de la Lazio. Para los tifosi, además, la final tiene un morbo especial. Tras haber triunfado en la Supercopa, ganar supondría dejar a la Juve sin ningún título por primera vez desde 2011. El técnico recuperó a Bastoni (pero no aseguró que saldrá de inicio), y utilizará su once de gala, con Dzeko y Lautaro en la delantera.

Habrá espectáculo también en las gradas. La rivalidad entre las hinchadas es enorme y los de la Lazio, hermanados con los nerazzurri, se sumarán a la fiesta. La recaudación de taquilla superará los cinco millones de euros: será el récord de la competición