El pasillo lo hizo el Madrid

No pasa siempre, pero casi. A esto gana el que más ganas de ganar tiene. Y ese fue el Atlético, que con la Champions y el futuro en el aire puso a los mejores y lo fueron. Ancelotti tiró de los de la trastienda, y entre que están muy lejos de los principales, que entienden que la Liga es pasado y que al Madrid solo parecen estimularle ya los partidos de Cuarto Milenio, el campeón entregó el derbi y acabó haciéndole pasillo al vecino. Esta vez la fe fue del Wanda y no hubo sorpresa. Nadie esperaba que el Madrid volviera a caminar sobre las aguas.

Difícilmente volverá a verse un derbi vestido de modo tan extravagante. Los equipos llegaron al Wanda en autobuses de la EMT, argurcia municipal para bajar las estrellas a la tierra y, de paso, presumir de transporte público. Ancelotti salió con tres titulares y medio (eso han sido todo el año Rodrygo y Asensio) y Simeone se guardó a Griezmann y Luis Suárez en el banquillo. Héroes cansados los blancos, ángeles caídos los rojiblancos. Antes del calentamiento se lesionó Mariano y tuvo que jugar Jovic, dos suplentes al cubo faltos de historial deportivo y sobrados de historial médico. Y el Atlético negó un pasillo que nadie del Madrid le pidió. Todo tuvo tanta gracia como el partido, afeitado por el título ya conquistado de los de Ancelotti y por dos resacas de copa y puro. Literal.

El inicio del duelo retrató bien la situación. El Atleti sacó el colmillo, apretó en la presión a Kroos, que vivió tiempos mejores, abrió gas en las segundas jugadas y a punto estuvo de llevarse por delante al Madrid, aún subido a esa nave del misterio que le llevó a la final de la Champions. Todo lo hizo elequipo de Simeone en esa salida a reacción: un tiro alto de Kondogbia, otro cruzado de Correa que rozó el palo, una patada tremenda de Savic a Nacho, una diablura de Carrasco mal rematada… El belga es un jugador impagable, como casi todos los grandes regateadores. Lo que ellos inventan no está en ninguna pizarra. Hasta la pelota, de las que tantas veces huye, era del Atlético, bajo la autoridad de Kondogbia, que ha acabado por convertirse en el centrocampista más solvente del equipo.

El pisotón de Vallejo

El Madrid asistía a aquello en calidad de oyente, y es que sobre el campo abundaban jugadores faltos de rebeldía: Kroos, Asensio, Jovic, incluso Rodrygo, al que le va más llegar con la fiesta empezada. Dios no le dijo esta vez que iba a ser su día. En el equipo blanco parecía no haber más plan que esperar acurrucado a que al Atlético se le pasara la fiebre o se le acabara el combustible.

Si la cuestión era saber cómo soportaría Lunin un asedio, la jugada era perfecta, aunque la cara B de este Atlético decidido y ambicioso es el remate. Así que el empujón definitivo le llegó del VAR en un penalti que de primeras no vio Soto Grado. Pasado el lance por el microscopio, Martínez Munuera advirtió un pisotón de Vallejo a Cunha en plena carrera de galgos y Carrasco transformó en gol la pena. Un premio que merecía el Atlético y un castigo que se había buscado el Madrid.

Eso sí, incluso en esta sesión de baño y masaje, el campeón tiene su peligro. Muy cerca del descanso Kroos largó un zapatazo que anduvo cerca del palo y Jovic se vio en un mano a mano frente a Oblak en el que le faltó finura para superarle. Poca cosa, pero es que el Atlético atrás también estaba impecable. Reinildo es un hallazgo (se marchó lesionado) y Savic, un caudillo a veces pasado de vueltas (acabó el partido de milagro).

Como es costumbre en el Atlético dejar estas cosas a medias, Simeone metió a Griezmann, un cambio preventivo para evitar una recaída anunciada. Y es que el equipo perdió metros e ímpetu en la presión en el comienzo de la segunda parte. Casi se lo hace pagar Jovic tras la mejor arrancada de Asensio. Los centrales del Atlético taparon ese agujero, pero el partido ya amagaba con un volantazo.

Un final trepidante

Así empezó el tiroteo: dos ocasiones de Casemiro, un remate alto de Griezmann, otro más claro y más fallido de Carrasco, una parada milagrosa de Lunin en disparo a quemarropa de Cunha. Todo en dos minutos. Uno de esos partidos locos que tan poco le gustan al Atlético, incluso los que le van bien, como este.

Poco a poco, Ancelotti fue metiendo a su guardia personal: primero Vinicius y Valverde, después Mendy y Modric. Ahí ya había medio Madrid y un partido radicalmente diferente. Valverde llegó con un cañón bajo el brazo. Metió tres disparos tremendos. Dos los sacó el Oblak que se ha ausentado tantas veces este año. También anduvo a un paso del gol Griezmann, el mejor del Atlético en la segunda parte. Se le fueron dos ocasiones por menos de un palmo. Cunha intentó un gol desde medio campo. Carrasco estrelló un balón en el palo. El derbi se había puesto estupendo y solo se escuchaban los lamentos del Atlético, empeñado en mantener con vida al Madrid. Mal asunto para un equipo que se hace el muerto como nadie. No sucedió esta vez, pese al abordaje final y las oportunidades de Asensio y Nacho, porque el conjunto de Ancelotti también es selectivo con sus resurrecciones. Al final, el único pasillo que se abrió fue el del Atleti hacia la Champions y quedó el mensaje de que el derbi es para quien se lo trabaja.

Cambios

Griezmann (45′, Correa), Vinicius Junior (60′, Jovic), Federico Valverde (60′, Casemiro), Modric (67′, Kroos), Ferland Mendy (67′, Eder Militao), Felipe Monteiro (72′, Reinildo Mandava), De Paul (88′, Matheus Cunha), Renan Augusto (93′, Carrasco)

Goles

1-0, 39′: Carrasco

Tarjetas

Arbitro: César Soto Grado
Arbitro VAR: Juan Martínez Munuera
Jovic (19′,Amarilla) Lucas Vázquez (27′,Amarilla) Marcos Llorente (36′,Amarilla) Jesús Vallejo (37′,Amarilla) Savic (62′,Amarilla) Nacho (70′,Amarilla

Clasificación

El relevo de la CMK

EI relevo generacional es perfecto si hay justo diez años de por medio. Es lo que ofrecen a este Real Madrid tres futbolistas que están justo en ese momento para favorecer la transición de la Santísima Trinidad del centro del campo hacia el futuro. Los Camavinga (19 años), Valverde (23) y Ceballos (25) miran al derbi de mañana mientras toman el testigo de Casemiro (30), Kroos (32) y Modric (36).

Escudo/Bandera Real Madrid

El que lo viene avisando es uno que conoció bien la profesión de centrocampista desde dentro, Carlo Ancelotti. El Madrid tiene el futuro asegurado“, avanzó el transalpino el pasado miércoles tras el tercer éxtasis consecutivo en la Champions. Un cambio de guardia al que aún le queda por producirse de manera completa (Modric seguirá hasta 2023), pero que viene sustentado en la experiencia de los nuevos protagonistas pese a su juventud. El mejor ejemplo es Camavinga. En edad aún juvenil, su expediente indica que ha disputado 124 partidos como profesional entre el Rennes y el Real Madrid. De ellos, 17 en Champions y Europa League. Y entre esos, sus dos apariciones esenciales en las vueltas contra Chelsea y City. Poca broma.

Valverde, por su parte, aún podría jugar en la Olímpica de Uruguay pero va camino del Mundial tras 39 partidos con la camiseta celeste de la absoluta. En su caso, además, El Halcón cerrará la temporada a punto de cumplir los 150 partidos oficial con el Madrid (va en estos momentos por 143).

Ceballos, junto a Carvajal, celebrando el pase a la final.
Getty

El caso de Ceballos, en el aire

Unas prestaciones a las que podría sumarse Dani Ceballos, un futbolista cuyo futuro ha dado un giro radical en el último mes. Su salida en verano estaba cantada tras haber recibido sólo 75 minutos hasta abril. Ahora es un exponente relevante de la Unidad B: ayudó desde el banquillo contra el Chelsea y el City y fue titular liguero en Pamplona y el 4-0 ante el Espanyol del alirón. Termina contrato en 2023, por lo que buena parte de las conversaciones que habrá este verano entre el utrerano y el club vendrán condicionadas por el plan de juego que le ofrezca Ancelotti para la temporada 2022-23.

El relevo de la CMK

EI relevo generacional es perfecto si hay justo diez años de por medio. Es lo que ofrecen a este Real Madrid tres futbolistas que están justo en ese momento para favorecer la transición de la Santísima Trinidad del centro del campo hacia el futuro. Los Camavinga (19 años), Valverde (23) y Ceballos (25) miran al derbi de mañana mientras toman el testigo de Casemiro (30), Kroos (32) y Modric (36).

Escudo/Bandera Real Madrid

El que lo viene avisando es uno que conoció bien la profesión de centrocampista desde dentro, Carlo Ancelotti. El Madrid tiene el futuro asegurado“, avanzó el transalpino el pasado miércoles tras el tercer éxtasis consecutivo en la Champions. Un cambio de guardia al que aún le queda por producirse de manera completa (Modric seguirá hasta 2023), pero que viene sustentado en la experiencia de los nuevos protagonistas pese a su juventud. El mejor ejemplo es Camavinga. En edad aún juvenil, su expediente indica que ha disputado 124 partidos como profesional entre el Rennes y el Real Madrid. De ellos, 17 en Champions y Europa League. Y entre esos, sus dos apariciones esenciales en las vueltas contra Chelsea y City. Poca broma.

Valverde, por su parte, aún podría jugar en la Olímpica de Uruguay pero va camino del Mundial tras 39 partidos con la camiseta celeste de la absoluta. En su caso, además, El Halcón cerrará la temporada a punto de cumplir los 150 partidos oficial con el Madrid (va en estos momentos por 143).

Ceballos, junto a Carvajal, celebrando el pase a la final.
Getty

El caso de Ceballos, en el aire

Unas prestaciones a las que podría sumarse Dani Ceballos, un futbolista cuyo futuro ha dado un giro radical en el último mes. Su salida en verano estaba cantada tras haber recibido sólo 75 minutos hasta abril. Ahora es un exponente relevante de la Unidad B: ayudó desde el banquillo contra el Chelsea y el City y fue titular liguero en Pamplona y el 4-0 ante el Espanyol del alirón. Termina contrato en 2023, por lo que buena parte de las conversaciones que habrá este verano entre el utrerano y el club vendrán condicionadas por el plan de juego que le ofrezca Ancelotti para la temporada 2022-23.

El relevo de la CMK

EI relevo generacional es perfecto si hay justo diez años de por medio. Es lo que ofrecen a este Real Madrid tres futbolistas que están justo en ese momento para favorecer la transición de la Santísima Trinidad del centro del campo hacia el futuro. Los Camavinga (19 años), Valverde (23) y Ceballos (25) miran al derbi de mañana mientras toman el testigo de Casemiro (30), Kroos (32) y Modric (36).

Escudo/Bandera Real Madrid

El que lo viene avisando es uno que conoció bien la profesión de centrocampista desde dentro, Carlo Ancelotti. El Madrid tiene el futuro asegurado“, avanzó el transalpino el pasado miércoles tras el tercer éxtasis consecutivo en la Champions. Un cambio de guardia al que aún le queda por producirse de manera completa (Modric seguirá hasta 2023), pero que viene sustentado en la experiencia de los nuevos protagonistas pese a su juventud. El mejor ejemplo es Camavinga. En edad aún juvenil, su expediente indica que ha disputado 124 partidos como profesional entre el Rennes y el Real Madrid. De ellos, 17 en Champions y Europa League. Y entre esos, sus dos apariciones esenciales en las vueltas contra Chelsea y City. Poca broma.

Valverde, por su parte, aún podría jugar en la Olímpica de Uruguay pero va camino del Mundial tras 39 partidos con la camiseta celeste de la absoluta. En su caso, además, El Halcón cerrará la temporada a punto de cumplir los 150 partidos oficial con el Madrid (va en estos momentos por 143).

Ceballos, junto a Carvajal, celebrando el pase a la final.
Getty

El caso de Ceballos, en el aire

Unas prestaciones a las que podría sumarse Dani Ceballos, un futbolista cuyo futuro ha dado un giro radical en el último mes. Su salida en verano estaba cantada tras haber recibido sólo 75 minutos hasta abril. Ahora es un exponente relevante de la Unidad B: ayudó desde el banquillo contra el Chelsea y el City y fue titular liguero en Pamplona y el 4-0 ante el Espanyol del alirón. Termina contrato en 2023, por lo que buena parte de las conversaciones que habrá este verano entre el utrerano y el club vendrán condicionadas por el plan de juego que le ofrezca Ancelotti para la temporada 2022-23.

Estado de necesidad contra estado de felicidad en el Wanda

Es un derbi de entreguerras para el Madrid, la que ya ganó aquí y la que le espera en París, y de guerra total para el Atlético, porque de este y de los otros tres partidos que le restan (Elche, Sevilla y Real Sociedad) depende qué va a ser mañana (sigue el partido en directo en AS.com). Al Madrid le faltarán el pasillo (cortesía o humillación, según quien lo explique), el drama y algunos titulares. Al Atlético le sobrarán sus últimas actuaciones y el estado de necesidad. Veinte puntos les separan, que metidos en el fragor de un derbi se quedan en nada.

Gran parte de la cuestión está en cuántos jugadores principales se perdonará Ancelotti, que ha preparado el partido con un solo entrenamiento. Nunca es fácil la gestión de las semanas previas a una final de Champions sin más objetivo que ese. Se le encuentran pegas a sobrecargar a los titulares y también a mantenerlos más inactivos de la cuenta. Haga lo que haga el italiano, el Madrid resultará competitivo porque ha encontrado un banquillo donde parecía no haberlo. El miércoles completó su milagro ante el City con Camavinga, Valverde y Ceballos en el medio y sin su santísima trinidad (Kroos, Casemiro y Modric). Hoy Ceballos es una de las seis bajas del equipo. También faltarán Isco, Alaba, Bale, Hazard y Marcelo. El único seguro es Lunin, anunciado por Ancelotti. Hasta ahora solo había jugado en Copa ante Alcoyano y Elche.

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Lunin, en el entrenamiento de este sábado en Valdebebas.
Realmadrid.com

Camavinga ha disputado ocho de los últimos nueve partidos con notable éxito. De hecho, roza ya la titularidad. Le acompañarán Valverde y uno de los tres intocables por determinar en el centro del campo. También se espera a Asensio y Rodrygo, multihéroe de esta Champions. La carga de energía de los jóvenes le permitió al Madrid ganar sobradamente a Osasuna y Espanyol cuando aún no era campeón.

Un ataque nuevo

Por razones diametralmente opuestas también quedarán muchas de las estrellas del Atlético fuera del once. Nada le ha salido al campeón como esperaba. João Félix y Lemar probablemente no volverán en lo que resta de temporada y los dos presuntos goleadores del equipo han andado muy por debajo de sus posibilidades.

Griezmann marcó en los cinco años de su primera etapa en el Atlético 25, 31, 26, 29 y 20 goles y en sus dos años en el Barça, menos productivos, 15 y 19. En esta campaña lleva ocho. Luis Suárez, que hizo 21 tantos en curso pasada y fue la pieza clave en la conquista del título, también ha ido a menos: solo 13 en esta. En cualquier caso, su media de tantos por partido no ha caído demasiado (uno cada 142′ en la 20-21, uno cada 170′ en la 21-22). Tanto el francés como el uruguayo apuntan hoy al banquillo para dejar paso a los dos atacantes que menos han jugado pero mejor han funcionado: Cunha, muy apreciado por la grada, y Correa, segundo goleador del equipo (12 tantos) y el futbolista de mayor rendimiento en la plantilla, según datos de la inteligencia artificial Olocip.

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Oblak, durante su último entrenamiento con el Atlético.
Atlético de Madrid

Ese mismo indicador sitúa en la cola a Oblak. Y el resto de datos que acompañan colocan al esloveno en ojo del huracán. Al Atlético le han disparado menos que hace un año (9,2 veces por partido frente a 9,5) y, sin embargo, y a falta de cuatro jornadas, le han metido 16 goles más. En realidad, casi todos los registros se acercan a los del equipo campeón, menos el de los tantos encajados. En las ocho temporadas completas de Simeone al frente del equipo, jamás el Atlético había recibido más de 31 goles. Ahora lleva diez más. Otro indicador sorprendente es que Llorente, autor de 13 tantos el año pasado, aún no se ha estrenado. Simeone recupera hoy a Savic, cumplida su sanción, y Reinildo, absuelto por Apelación. Todos los indicios apuntan a una defensa de cuatro y a una vuelta al once De Paul y Koke.

Ancelotti y Simeone, viejos conocidos

En el cruce de rachas pierde mucho el Atlético, que solo ha ganado uno de sus seis últimos partidos. Mientras, el Madrid lo ha ganado todo en la Liga después del 0-4 del Clásico. Para Ancelotti será un duelo familiar. En los dos años de su etapa anterior en el Madrid jugó trece partidos ante el Atlético. Se vio en una final de Champions y en unos cuartos, en dos eliminatorias de Copa del Rey, en una Supercopa de España y en cuatro partidos de Liga. De estos últimos, no ganó ninguno. Su primer triunfo en la competición llegó en la ida de esta Liga. También se midió al Atlético dirigiendo a Chelsea y Bayern.

Al otro lado, Simeone puso en sus inicios fin a aquellos más de diez años sin que el Atlético conquistase un derbi (aún escuece aquella pancarta sobre la búsqueda de un rival digno), pero ahora lleva ocho consecutivos sin imponerse al Madrid, que está invicto en sus cuatro visitas al Wanda Metropolitano. Hoy se verá si pesa más el estado de necesidad o el de felicidad y si le sientan mejor al cuerpo los ansiolíticos o el cava.

Clasificación

Líderes

Paradas del portero

Asistencias totales

Faltas cometidas

Faltas recibidas

Tarjetas rojas




0

Tarjetas amarillas

Recuperaciones de posesión

Pases por partido

Estado de necesidad contra estado de felicidad en el Wanda

Es un derbi de entreguerras para el Madrid, la que ya ganó aquí y la que le espera en París, y de guerra total para el Atlético, porque de este y de los otros tres partidos que le restan (Elche, Sevilla y Real Sociedad) depende qué va a ser mañana (sigue el partido en directo en AS.com). Al Madrid le faltarán el pasillo (cortesía o humillación, según quien lo explique), el drama y algunos titulares. Al Atlético le sobrarán sus últimas actuaciones y el estado de necesidad. Veinte puntos les separan, que metidos en el fragor de un derbi se quedan en nada.

Gran parte de la cuestión está en cuántos jugadores principales se perdonará Ancelotti, que ha preparado el partido con un solo entrenamiento. Nunca es fácil la gestión de las semanas previas a una final de Champions sin más objetivo que ese. Se le encuentran pegas a sobrecargar a los titulares y también a mantenerlos más inactivos de la cuenta. Haga lo que haga el italiano, el Madrid resultará competitivo porque ha encontrado un banquillo donde parecía no haberlo. El miércoles completó su milagro ante el City con Camavinga, Valverde y Ceballos en el medio y sin su santísima trinidad (Kroos, Casemiro y Modric). Hoy Ceballos es una de las seis bajas del equipo. También faltarán Isco, Alaba, Bale, Hazard y Marcelo. El único seguro es Lunin, anunciado por Ancelotti. Hasta ahora solo había jugado en Copa ante Alcoyano y Elche.

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Lunin, en el entrenamiento de este sábado en Valdebebas.
Realmadrid.com

Camavinga ha disputado ocho de los últimos nueve partidos con notable éxito. De hecho, roza ya la titularidad. Le acompañarán Valverde y uno de los tres intocables por determinar en el centro del campo. También se espera a Asensio y Rodrygo, multihéroe de esta Champions. La carga de energía de los jóvenes le permitió al Madrid ganar sobradamente a Osasuna y Espanyol cuando aún no era campeón.

Un ataque nuevo

Por razones diametralmente opuestas también quedarán muchas de las estrellas del Atlético fuera del once. Nada le ha salido al campeón como esperaba. João Félix y Lemar probablemente no volverán en lo que resta de temporada y los dos presuntos goleadores del equipo han andado muy por debajo de sus posibilidades.

Griezmann marcó en los cinco años de su primera etapa en el Atlético 25, 31, 26, 29 y 20 goles y en sus dos años en el Barça, menos productivos, 15 y 19. En esta campaña lleva ocho. Luis Suárez, que hizo 21 tantos en curso pasada y fue la pieza clave en la conquista del título, también ha ido a menos: solo 13 en esta. En cualquier caso, su media de tantos por partido no ha caído demasiado (uno cada 142′ en la 20-21, uno cada 170′ en la 21-22). Tanto el francés como el uruguayo apuntan hoy al banquillo para dejar paso a los dos atacantes que menos han jugado pero mejor han funcionado: Cunha, muy apreciado por la grada, y Correa, segundo goleador del equipo (12 tantos) y el futbolista de mayor rendimiento en la plantilla, según datos de la inteligencia artificial Olocip.

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Oblak, durante su último entrenamiento con el Atlético.
Atlético de Madrid

Ese mismo indicador sitúa en la cola a Oblak. Y el resto de datos que acompañan colocan al esloveno en ojo del huracán. Al Atlético le han disparado menos que hace un año (9,2 veces por partido frente a 9,5) y, sin embargo, y a falta de cuatro jornadas, le han metido 16 goles más. En realidad, casi todos los registros se acercan a los del equipo campeón, menos el de los tantos encajados. En las ocho temporadas completas de Simeone al frente del equipo, jamás el Atlético había recibido más de 31 goles. Ahora lleva diez más. Otro indicador sorprendente es que Llorente, autor de 13 tantos el año pasado, aún no se ha estrenado. Simeone recupera hoy a Savic, cumplida su sanción, y Reinildo, absuelto por Apelación. Todos los indicios apuntan a una defensa de cuatro y a una vuelta al once De Paul y Koke.

Ancelotti y Simeone, viejos conocidos

En el cruce de rachas pierde mucho el Atlético, que solo ha ganado uno de sus seis últimos partidos. Mientras, el Madrid lo ha ganado todo en la Liga después del 0-4 del Clásico. Para Ancelotti será un duelo familiar. En los dos años de su etapa anterior en el Madrid jugó trece partidos ante el Atlético. Se vio en una final de Champions y en unos cuartos, en dos eliminatorias de Copa del Rey, en una Supercopa de España y en cuatro partidos de Liga. De estos últimos, no ganó ninguno. Su primer triunfo en la competición llegó en la ida de esta Liga. También se midió al Atlético dirigiendo a Chelsea y Bayern.

Al otro lado, Simeone puso en sus inicios fin a aquellos más de diez años sin que el Atlético conquistase un derbi (aún escuece aquella pancarta sobre la búsqueda de un rival digno), pero ahora lleva ocho consecutivos sin imponerse al Madrid, que está invicto en sus cuatro visitas al Wanda Metropolitano. Hoy se verá si pesa más el estado de necesidad o el de felicidad y si le sientan mejor al cuerpo los ansiolíticos o el cava.

Clasificación

Líderes

Paradas del portero

Asistencias totales

Faltas cometidas

Faltas recibidas

Tarjetas rojas




0

Tarjetas amarillas

Recuperaciones de posesión

Pases por partido